jueves, 6 de mayo de 2010

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2:21 am
Cuenta de cigarrillos: actualmente 3 en el cenicero, 5 en la caja, 12 en la basura
En estos momentos es bastante difícil coordinar mis manos con mi cabeza, no sé si realmente quiero escribir esto.
Me altera de sobre manera ver el palito negro de la página de Word que indica en donde vas y lo que te falta, titila innumerable cantidad de veces y no se cansa de mostrarte que todavía no has terminado, que falta mucho y que probablemente te rindas antes que el termine de titilar. .
Menos Un cigarrillo en la caja + 1 en el cenicero.
Combatir contra el palito, tarea por mucho amarga y eternamente frustrante.
Mil ideas inconclusas, escritos dejados a medias, proyectos, sueños, batallas imaginarias contra adversarios reales, pero finalmente imaginaras.
Casi es hora de levantarme a estudiar pero si no he dormido no hay por qué preocuparse.
De nuevo la maldita oscitancia no es problema de memoria sino de descuido
2:37 am
Mas uno menos dos entramos en déficit
Números negativos por uno
Mallinowsk se perdió en paupa, mead en afríca, al hijo de Limber no lo han encontrado, Hitler está en argentina, a marilyn se la llevaron lejos, Chaplin está detrás de una escoba, victor debajo de una piedra, Ernesto incurustado en una pared, Gardel se fue detrás de una cometa y no lo volví a ver, cortaron el 4 9 5 8 5 y me pasé al otro lado del camino, dali juega a las escondidas detrás de un velo transparente pero nadie lo ve, Amelia perdió su brújula y hasta que no la encuentre no vuelve, al emperador destituido lo nombraron conserje y es más feliz, Elvis está vivo, Federico se arrepintió y ahora es músico, jorge aprendió a jugar cartas y ahora esta disfrazado de tigre en la vegas, robin muere viejo y solo y sin poder morirse, Peter ya no es un niño pero igual llora, a Saturno le robaron los anillos y se los dieron a la reina que dijo que no; carlos se escondió en el baño y ya le da pena salir, a Lope se lo comieron las hormigas, de la niña ya no queda sino el naufragio , a juana la soltaron hace poco pero quiere volver, panero discierne sobre el devenir de las margaritas, Él quedo en una cita con ella y Ella no viene, el segundero se tomo la tarde y los minutos ya no se entienden, soledad se canso de victoria y se fue con paloma –pero siempre vuelve- y con julio nunca se sabe.
3:10 am
El y Ella
El desde el primer aniversario la levanta con un beso en la frente, Ella despierta como si lo hiciera por primera vez. La figura de Él se revela como un espejismo. Él deja servido el desayuno y le recuerda que esa noche pasará a recogerla para ir a cenar, irán a ese restaurante que los conoce y tantos recuerdo trae. Le recomienda el vestido nuevo, le susurra un Te Amo y sale, ya pasadas las siete, a trabajar.
Ella se levanta, desayuna y dura todo el día frente al espejo y contra el reloj. Trata de lucir lo más hermosa que pueda y lo antes posible para no salir tarde. Arregla la casa, tanto como a ella, y desde las 6:30 pm se sienta en la sala mirar pasar los minutos, porque a las siete llega Él.
Suenan las siete y al mismo tiempo suena el pito, Ella baja y salen a disfrutar de una velada que promete ser maravillosa, para culminar la noche con una faena entre las sabanas.
Así pasan los años, y cada vez se repite la rutina, Él le da un beso en la frente, le prepara el desayuno, le susurra un Te Amo y se despide rumbo a su trabajo. Ella le espera ansiosa, aunque no se demora tanto como antes en arreglarse, y ya no es media hora de espera frente al reloj, sino, 15 minutos, 10 minutos, 5 minutos. Pero entre las sabanas todo es como la primera vez.
Al llegar la fecha del séptimo aniversario Él la despierta con un beso en la mejilla, le sirve el desayuno, y se despide en la puerta con rumbo al trabajo, recordándole desde la distancia que a las siete la recogerá para salir a comer.
Ella se levanta algo más tarde de lo normal, desayuna, e inicia las labores de aseo de la casa, y se da cuenta que Él no se despidió con él Te Amo susurrado de costumbre. Ya a las 5:00pm se arregla y en medio de ese proceso recibe una llamada. Es Él, que rompiendo con la monotonía decidió llamarla para avisar que llegaba tarde que tal vez una hora de atraso, a causa del trabajo acumulado y un jefe malgeniado. El sonido de fondo es una mezcla entre voces y autos; pero a Ella le llama la atención un particular sonido agudo y casi imperceptible que sobresale entre los demás sonidos de la ciudad. Aquel sonido ella lo distingue como el pito de un camión de envergadura considerable; la voz de Él se pierde y el sonido, que ahora se escucha tan claramente como si el camión estuviese en su misma habitación, ahoga sus palabras. Ella siente un vacío visceral que se expande por todo su cuerpo y advirtiendo el peligro inminente grita con todas sus fuerzas para alertarlo a Él, que parece no haberse percatado de la peligrosa cercanía al vehículo que emite aquel sonido que ahora hace imposible cualquier comunicación. Ella grita con todas las fuerzas que almacena y lleva su garganta hasta un punto antes de que explote. Después del sonido sordo, el silencio profundo, seguido del tono de una llamada cuando se corta, el sonido más desesperante y melancólico.
Él la despierta con un beso en la mejilla, y esta vez Ella se levanta agitada y tarda en comprender que había sido un mal sueño y que esa mañana es la verdadera, que están cumpliendo 7 años de feliz convivencia y que todo saldrá como está planeado. Él, algo perplejo por la respiración agitada de Ella, le da otro beso en la mejilla y se despide en la puerta con rumbo al trabajo, recordándole desde la distancia que a las siete la recogerá para salir a comer.
Ella se levanta algo más tarde de lo normal, desayuna, e inicia las labores de aseo de la casa, y se da cuenta que Él no se despidió con él Te Amo susurrado de costumbre, y que esta vez el beso fue en la mejilla. Ya a las 5:00 pm se arregla y en medio de ese proceso recibe una llamada – Ella tiene la sensación leve de ya haber vivido aquel día-. Es Él, que rompiendo con la monotonía decidió llamarla para avisar que llegaba tarde que tal vez una hora de atraso, a causa del trabajo acumulado y un jefe malgeniado –Nuevamente la sensación de estarse repitiendo-. El sonido de fondo es una mezcla entre voces y autos; pero a Ella le llama la atención un particular sonido agudo y casi imperceptible que sobresale entre los demás sonidos de ciudad. Aquel sonido ella lo distingue como el pito de un camión de envergadura considerable- definitivamente esto ya le había sucedido-; la voz de Él se pierde y el sonido que ahora se escucha tan claramente como si el camión estuviese en su misma habitación, ahoga sus palabras. Ella siente un vacío visceral que se expande por todo su cuerpo y advirtiendo el peligro inminente grita con todas sus fuerzas para alertarlo a Él, que parece no haberse percatado de lo peligroso de su cercanía al vehículo que emite aquel sonido que ahora hace imposible cualquier comunicación. Ella grita con todas las fuerzas que almacena y lleva su garganta hasta un punto antes de que explote. Después del sonido sordo, el silencio profundo, seguido del tono de una llamada cuando se corta, el sonido más desesperante y melancólico.
Ella se siente sola, y mira por la ventana principal esperando que sea solo un sueño, pero sabiendo que por que más que lo desee la realidad no puede ser un sueño del que se despierta. El viento que se cuela por la ventana la inspira realizar un acto que de otra forma no hubiese hecho. Y desde la ventana del 5 piso cae hacia el vacío la figura de Ella envuelta en un camisón blanco y termina su corto vuelo sobre el asfalto, tiñendo de rojo las grietas del concreto.
Él que por segundos termina bajo las llantas de aquel camión sin frenos, alertado solo por los gritos de Ella, se propone reiniciar la conversación; más le es imposible ya que el teléfono de ella repica innumerables veces sin nadie que lo atienda. Él, poseído por la preocupación causada por la falta de respuesta, inicia la marcha en su veloz vehículo con rumbo a su hogar. Al llegar, Él divisa una muchedumbre que se aglomera a rededor de una figura amorfa envuelta en una sábana blanca con manchas rojas relucientes. Para su sorpresa y desdicha la muchedumbre y el cuerpo sin vida de lo que parecía ser una mujer se encuentran exactamente en la puerta de su edificio.
Él se acerca con cuidado y suma cautela e intenta imaginársela a Ella bajo esa sabana, y las lágrimas empiezan a brotar de sus ojos moribundos y se apodera de Él un deseo de muerte y de destrucción. Su intento por mantener la cara en alto y evitar derrumbarse en pedazos ante tal escena, se sienten nulos e inútiles. Cae de rodillas, se desploma sobre sí mismo y se deja llevar por su mente a un estado de melancolía, tristeza y dolor. Cuando ya piensa que ha tocado el fondo con las manos, una suave voz familiar le saca del trance, y es la voz de Ella que le informa con total tranquilidad que la vecina de al lado se suicido al querer volar pensando que era un ave.
4:20 am